LA HISTORIA UNIVERSAL
LA HISTORIA UNIVERSAL
La huella que la raza humana ha dejado en nuestro planeta, desde el momento mismo en que la evolución llevó al hombre a convertirse en homo sapiens, es imborrable. Los más antiguos restos huma nos. hallados en cada uno de los comúnmente, son páginas fieles de la primera parte de la historia humana, a La que se ha dado en llamar Prehistoria. Tomando como base la inexistencia de grupos humanos que pulieran manifestar características de la civilización.
Arqueólogos,
antropólogos y un sin fín de investigadores se han dado a la tarea de ubicar
los primeros asentamientos del hombre en la Tierra. A partir de sus
descubrimientos, han elaborado detallados cronogramas que traen hasta nuestro
tiempo las arcaicas costumbres de vida de nuestros antepasados primigenios. También
a estos estudiosos, así como a quienes se han dedicado a descifrar los viejos
códigos alfabéticos de las culturas no cristianas, debemos el conocimiento
acerca de los egipcios, los sumerios, los babilonios, los fenicios, los chinos,
etc.; asimismo, el hecho de que podamos desentrañar todas esa viejas
concepciones que acompañan nuestro presente, como es el caso de las filosofías
griega y latina, que aún hoy conservan su validez y que de no ser por el
estudio de la historia pasarían inadvertidas ante nuestros ojos; el
establecimiento de fronteras entre los países de Europa, África y Asia, en la
Edad Media; la lucha por la supremacía, que termina por dar a cada etnia un territorio
en el cual desarrollarse; el encuentro del Viejo y el Nuevo Continente en 1492,
que brinda a la humanidad la posibilidad de ampliar sus límites, no sólo regional
sino también intelectualmente, en lo cual el Renacimiento cumple la función de crisol.
Y, finalmente, las revoluciones políticas, sociales e industriales de los
siglos XVIII y XIX, que se en- cargan de encumbrar a la historia, como materia
de estudio, al más alto sitial que jamás antes había alcanzado, al reconocerse
su papel como memoria latente del hombre en su paso por el mundo, que le sirve
de hogar.
Es por, ello
que cada vez se hace más necesario el estudio del pasado, al igual que la recolección
veraz de los sucesos de la actualidad, pues la cada vez más rápida evolución de
la humanidad hace imposible detener el trabajo de anotación de los acontecimientos
ocurridos a diario, de esos que conforman la llamada Época Contemporánea.
Comentarios
Publicar un comentario